Ex nihilo sui et subiecti
, el que crea da el ser mismo, saca alguna cosa de la nada. En el vacío que corono una montaña se deposita la Célula Madre que cierra en sus curvas el proceso que nos perpetua. Una cadena de artistas supendidos en la nada preparan en sus talleres las texturas, los sonidos, diseñan pasos, atrapan la luz, multiplican las palabras en un acto único que se encierra sobre sí mismo para exhibirlo ante el Universo.

El arte es la actividad humana que produce belleza. Un acto que expresa el espíritu de la realidad a través de materiales sensibles que se baten en la reflexión para estallar en lienzos, partituras, pedestales o escenarios. Necesitamos hacer que ese camino sea harmonioso y continuado, que no cese su recorrido. Y si hubiera una pausa que sea para la contemplación y el silencio. Elevamos el proceso creativo, generamos su necesidad y lo protegemos para el disfrute.