Sobre pináculos de piedra y crestas calcáreas, cara al Mediterráneo desde una posición privilegiada, la urbanización El Greco, en Dénia, España, es el arquetipo de ciudad fantasma, producto de especulación inmobiliaria y ambición desmesurada. Un "no-lugar", una ruina moderna nacida sin pasado ni futuro. El objeto de nuestro proyecto es reconvertir este error urbanístico de 600 viviendas a medio construir, abandonadas a su antojo, en un símbolo de la conciencia y ética arquitectónicas: un Memorial experimentable y visitable contra un tipo de edificación que nos aboca a la catástrofe.

La pérgola biotérmica será el templo de los nuevos vaticinios. Diseñada paramétricamente para que sea lo más fiel posible a lo que un día fue la montaña antes de su excavación. Bajo sus lamas, que almacenan aguas torrenciales, aprovechan el viento, dosifican la luz e irrigan el paisaje, estarán las respuestas.

Y cuando el paso del tiempo cumpla su cometido y sitúe a vestigios viejos y nuevos en el mismo plano de deterioro -esto es: cuando nuestra obra se convierta a su vez en una ruina- el Memorial mantendrá vivo su legado como el esfuerzo de aquellas generaciones del pasado que intentaron mejorar el habitat de la especie.

Este proyecto es una reflexión de y para quienes tenemos la posibilidad de hacer algo distinto. Algo que rectifique fallos humanos y se sume a la Naturaleza.

Que abra nuevos Horizontes.